LOS POEMAS


Eche veinte centavos en la ranura
 Raúl González Tuñón

A pesar de la sala sucia y oscura de gentes, y de lámparas luminosas,
si quiere ver la vida color de rosa eche veinte centavos en la ranura.
Y no ponga los ojos en esa hermosa que frunce de promesas la boca impura.
Eche veinte centavos en la ranura si quiere ver la vida color de rosa.
El dolor mata, amigo, la vida es dura, y ya que usted no tiene ni hogar ni esposa
eche veinte centavos en la ranura si quiere ver la vida color de rosa.

Cien lucecitas. Maravilla de reflejos funambulescos.
¡Aquí hay mujer y manzanilla! Aquí hay olvido, aquí hay refresco.
Pero sobre todo mujeres para los hombres de los puertos
que prenden como alfileres sus ojos en los ojos muertos.
No debe tener esqueleto el enano de Sarrasani


que bien parece un amuleto de la joyería Escasany.
Salta la cuerda, sáltala, ojos de rata, cara de clown
y el trala-trala-trálala, rima en tu viejo corazón.

Estampas, luces, musiquillas, misterios de los reservados
donde entrarán a hurtadillas los marinos alucinados.

Y fiesta, fiesta casi idiota y tragicómica y grotesca.
Pero otra esperanza remota de vida miliunanochesca.
¡Qué lindo es ir a ver la mujer, la mujer más gorda del mundo!
Entrar con un miedo profundo pensando en la giganta de Baudelaire...

Nos engañaremos, no hay duda, si desnuda nunca muy desnuda,
si barbuda nunca muy barbuda será la mujer.
Pero ese momento de miedo profundo...
¡Qué lindo es ir a ver la mujer, la mujer más gorda del mundo!

Y no se inmute, amigo, la vida es dura, con la filosofía poco se goza.
Eche veinte centavos en la ranura si quiere ver la vida color de rosa.


Arrabal salvaje
 Celedonio Esteban Flores 
 
No te engrupía el brillo del asfalto Ni el claro espamentar de cien bujías,
En donde el empedrao pegaba el alto Empezaba a bancar tu algarabía.
Barro, huecos, yuyales, latas viejas Recortes de la fábrica cercana,
Gallinas por las calles y las quejas Del carro del frutero a la mañana.

Una cancha de fulbo en un potrero Con dos arcos que se ponen cuando es fiesta,
- Si no mete el local el gol primero hay zaranda debute a toda orquesta –
El boliche de la esquina; en la vidriera Una fila de doce Pinerales,
Un par de zapatillas, dos Barbera Y un aviso: “Se alquilan dos locales”.

Vidriera que le sirve al sabalaje De las casas del barrio, anochecido,
Pa´ sentarse y cortarse ¡Cada traje chamuyando del último partido!
Pibes descalzos, pibas sin bombachas Hurgueteando el barrial de la vedera,
El rimel y el carmín de dos muchachas Sin medias y en chancletas en la acera.

Un coso que las va de cara Recostao a un farol, como al descuido,
Eligió de posturas, la precisa Pa´ engrupir de matón y de corrido.
Los sábados bailongo: un casamiento Un bautismo, un cumpleaños, ¡Cualquier cosa!,
Gran revuelo en el barrio, un spamento Más pior que la tormenta ´e Santa Rosa.

Dos filas de curiosos en la puerta, Cortinas coloradas, toldo a rayas,
Bronca de la vecina que fue muerta Porque no la invitaron: ¡Qué canayas!.
Y la bronca después: “¡Salí pa´ fuera!...  ¡Yo te voy a enseñar a´ tropellarme!...”
En tres tiempos peló la fariñera Mientras dice en voz baja: “¡Sujetarme!”

Fabriqueras, malandras, curdelones, Un matón de verdá de cuando en cuando,
La resaca social de cien naciones La miseria y la mugre vegetando.
Es éste mi arrabal, así lo veo, Así lo quiero ver cuando me muera...
Luz de luna en un hueco sucio y reo O un brochazo de sol en la vedera.


Polka de la tarjeta de cartón
 Raúl González Tuñón 

¿Quién no conoció el peinado que usaba Misiá Felicia ,
sus polleras con bordado, su cara llena de risa,
sus patios con emparrado, sus fiestas con pericón
y quien no estuvo invitado “con tarjeta de cartón”?

¿Quién no conoció la gloria de matear bajo la parra
cuando tocaban victoria los dedos en la guitarra ,
cuando el mísero colado salía por el balcón
porque no estaba invitado con tarjeta de cartón?

Entonces un chorro fino caía en la canaleta
formando su remolino saltarín en la pileta.
Si faltaban los de al lado se decía en la reunión
que no estaban invitados con tarjeta de cartón.
Ah, las reuniones, comadre comentadas por semanas
 “five o’clok tea” de Las Ranas de la gente más compadre,
de los que recién llegados ligaban un ginebrón
porque estaban invitados con tarjeta de cartón.

Reuniones de rompe y raja, de malevos orilleros
que largaban la baraja cuando olían entreveros;
chinas empingorotadas hacían sonar el tacón
porque estaban invitadas con tarjeta de cartón.
Farolito a kerosén del Almacén de Profumo ,
mozos que se iban al humo si les seguían el tren;
moños, cintas, acharolados puro corte y confección
porque estaban invitados con tarjeta de cartón.
Época en que se formaba corrillo al cantor del Bajo
y Buenos Aires fumaba cigarrillos “Vuelta Abajo”,
Patios de cielo entoldado con estrellas de ocasión…
Ah no haber sido invitado con tarjeta de cartón!
Polka de cintura fina y peinado a la banana
polka que fue la mañana de la milonga argentina;
ya terminó tu función y yo nunca te he bailado
pues nunca estuve invitado con tarjeta de cartón.


Para que vos y yo
 Acho Manzi

Una noche de esas una fiesta de esas
una princhipesa del valle del Po
vino desde lejos en su coche viejo
con el mundo espeso de su corazón

era una tigresa por naturaleza 
vestida de queja blusa y pantalón
era una paloma de violeta aroma 
que bailando asoma a mi imaginación

Esa misma noche se subió a su coche lleno de reproche vacío de amor
Un polichinela alma de rayuela q juntaba estrellas para su dolor
algo le decía q conocería a la que sería su persecución
y salió de ronda en su blanca  alfombra dejando su honda desesperación

Quién sos del Po quien sos  qué estás haciendo aquí,
 lejos de tu propia gente
y yo quien  soy lejos de todo lo que soy
No quisiera creer q vine sin saber
tan solo a conocerte vení sentémonos 
sacate el zapatón ponete el corazón
 bajate de mis ojos por favor
tengo un arroyo soñador atravesando el comedor 
tengo un tango audaz que querrás bailar 
para que vos y yo... para que vos y yo...
para que vos y yo....


Candombe para el que hasta ayer reía
 Luis Alposta

Vamos musarela gambeteando el vado
buscando al pendejo que se ha muerto ahogado.
Vamos musarela, juntos a remar,
antes de que el río lo encane en el mar.

Espichó fondeando con gritos y quejas
bajo la resaca y unas ramas viejas.
Lágrimas de luna con facha en menguante
mojan los penachos de un pasto atorrante.

El viento dejaba su flor shomería
en la boca estorta que hasta ayer reía.
¡Vengan los finolis del rioba apartado
a ver al pendejo que se ha muerto ahogado!

¡Que vengan los grones de la vecindad
antes de que el río lo encane en el mar!
Lo encane con pilchas de blancas estolas
donde en rango y mida se enlazan las olas.

¡El canto lloroso de un sauce en la orilla
rebota en la luna que apenas si brilla!
¡Finolis y gronchos vengan a ayudar
porque ya este río lo encana en el mar!



 

Aparición urbana
Oliverio Girondo

¿Surgió de bajo tierra? ¿Se desprendió del cielo?
Estaba entre los ruidos, herido, malherido,
inmóvil, en silencio, hincado ante la tarde,
ante lo inevitable,
las venas adheridas al espanto, al asfalto,
con sus crenchas caídas, con sus ojos de santo,
todo, todo desnudo, casi azul, de tan blanco.

Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.






Colombianas del ecuador
Pedro Atienza 

A la mitad de mundo yo ya he llegado
 para buscar las huellas de mi pasado

Tanto he corrido por el camino
que todavía mis huellas no habían venido

 mirá qué pena prima mira qué pena
 pues libertad traían que no condenas

tanto he corrido por el camino
que todavía mis huellas  no habían venido



Balada de los amantes de mi pueblo
Juan Gelman

Como roturas,  como pedazos
como agujereados pasan los amantes de mi pueblo

A la hora larga y dulce del crepúsculo
que se va deslizando por los árboles, los humos, los chiqueros

Son especiales estos amantes
que  se devoran a la vuelta de la esquina
se arrancan brazos y pies como si fueran
a crecerles de nuevo y todo comenzase otra vez

Algunas  vísceras calientes indican sitios por donde estuvieron
pero ellos ya viajan separados manchados el uno del otro

Es fabulosa la cantidad de energía
en los centenares de años que en mi pueblo perdemos así
sin llegar a saber la verdad,  sufriendo y más nada



Amor - era nada
Oliverio Girondo - David Morgade
Nada
nada de nada es todo así
te quiero del todo para nada
la noche era
no era la noche 
la escala tibia de tu voz era 
no era tu voz tu amor era 
no era tu amor sólo mi amor era



Silla en la vereda
 Mario Paoletti 

Silla ladrona silla asesina trampa de suegra bajo la glicina
anzuelo de pobre silla en la vereda
pescador de novios bajo las estrellas
muchachita en flor que espera y espera
al príncipe azul que pasaba a verla
attenti compadre con la silla eléctrica
 te sentás  perdiste te sentás  boleta

Silla ladrona silla asesina trampa de suegra bajo la glicina

El verano ayuda y el deseo aprieta
silla de los giles, cantos de sirena
Silla engrupidora, silla mentirosa
que caza maridos y que pone esposas

atenti compadre que esa silla quema
te sentás  perdiste . Te sentás  la iglesia

Silla ladrona silla asesina  trampa de suegra bajo la glicina


Pasaba algo
Juan Gelman 

Cuando te fuiste negra se me acabó la voz
y no soy yo el que canta el que canta es mi dolor.

Aromas de tu pelo sombras de tu pasión
los sauces de tus llantos se inclinarán
y temblarán buscándome la voz.

Cuando viniste negra se iluminó mi sangre
cantaron los gorriones contra el sol de la tarde.

Cuando te fuiste negra se me acabó la voz
y no soy yo el que canta el que canta es mi dolor.


 

Orejitas perfumadas
Mario Paoletti 

La entrada vale un peso y da derecho
a abrazar dulcemente a una muchacha
 a dar vueltas con ella como un trompo
 y a sentir su temblor bajo mi palma

 atrás quedan el yugo y los patrones
el mostrador el taller y el cadenero
aquí el que manda es el que borda del 8
 aquí el que ronca es el que raya el suelo

mesa de lata cerveza tibia  platito con maní saco y corbata
 milonguita de barrio noche de brujas  orejitas perfumadas

Después suena los tangos y las parejas giran
con un brillo de fiebre en las miradas
 hay olor a catinga ya brillantina
y hay un goce secreto en cada alma

Por un peso compraste el paraíso
 y el derecho de abrazar a una muchacha
ya te poder volver al yugo ya a la noria
 ya te podes  bancar  otra semana


Siempre me has mentido
Javier Villafañe


Me llevabas a pescar al otro lado del río,
Y caían los anzuelos debajo de mi vestido.
 Siempre me has mentido, Siempre me has mentido, Mentido.

La otra noche me dijiste: "Venite a dormir conmigo"
Y nos pasamos la noche, más despiertos que dormidos.
Siempre me has mentido, Siempre me has mentido, Mentido.

Recuerdo que me decías: "Si estuviéramos unidos
Como el pájaro y el aire, como la rama y el nido".
Siempre me has mentido, Siempre me has mentido, Mentido.

Ahora, andarás con otra repitiéndole lo mismo,
Acariñando entre muslos con los dedos distraídos.
Siempre me has mentido, Siempre me has mentido, Mentido.



Palabras sin importancia
Homero Manzi  

Escúchame, al pasar, como yo escucho
La lluvia que murmura en la ventana,
Pensando en algo que olvidé hace mucho
Entre las cosas de la vida vana.

Escúchame también como si oyeras
Esa canción que se enredó en tu vida,
Y que vuelve de pronto sin que quieras
Y que es más triste cuanto más se olvida.

Y piensa que mi voz es tu voz misma
Y que murmuras lo que ya te dije,
Y que mi vida se encuentra con tu vida
Y que estamos los dos un poco tristes.

Aquí estoy junto a ti, toma mi mano
No me preguntes para qué he venido,
Piensa que soy tu amigo más lejano
Y que esta noche vuelvo del olvido.

Escúchame pensando que estoy lejos
Nada acerca mejor que la distancia,
No te diré sentencias ni consejos
Ni escucharás mentiras ni alabanzas.

Escúchame, al pasar, indiferente
Como se escucha el ruido en la distancia,
Olvida las palabras que te cuente
Mis palabras no tienen importancia.

 

Zamba del Chañar
Buenaventura Luna

Cuando te conocí en Pampa del Chañar
y me revoleó tu pollera azul sentí
en mi corazón un repiquetear por tí.
La zamba terminó/cerca de tí quedé
tu madre me vio cuando te besé velay
cuando te llevó triste me quedé por ái.
Por quebradas de Huaco, y en Pampa del Chaña
seguí, seguí tus pasos nunca te pude hallar
adiós que me voy llorando pampa de mi soñar

Siempre recordaré la Pampa del Chañar
con su cielo azul donde el corazón dejé
con el beso que de tu boca en flor robé
Pampa de soledad/eso es mi corazón
tu pollera azul con su revolear velay
mi sueño de amor lo desparramó por ái.


Luz Amor 
Rosita Cedrón 

Oh misteriosa Luz Amor 
devuélveme el eco de su nombre
devuélveme el eco de nuestros nombres 
Luz Amor
devuélveme el agua cristalina de los infinitos recuerdos del agua
navegar hacia el sol Luz Amor 
 navegar hacia el alma 



Tu secreto
Evaristo Carriego

¡De todo te olvidas! Anoche dejaste
aquí, sobre el piano, que ya jamás tocas,
un poco de tu alma de muchacha enferma:
un libro, vedado, de tiernas memorias.

Íntimas memorias. Yo lo abrí, al descuido,
y supe, sonriendo, tu pena más honda,
el dulce secreto que no diré a nadie:
a nadie interesa saber que me nombras.

...Ven, llévate el libro, distraída llena
de luz y de ensueño. Romántica loca...
¡Dejar tus amores ahí, sobre el piano!
...De todo te olvidas ¡cabeza de novia!.




Somos
Mario Clavell


Después que nos besamos... con el alma y con la vida...
te fuiste por la noche de aquella despedida,
Yo sentí que al irte mi pecho sollozaba... la confidencia triste de nuestro amor así...
Somos un sueño imposible que busca la noche
Para olvidarse del mundo, del tiempo y de todo,
Somos de nuestra quimera, doliente y querida,
Dos hojas que el viento junto en el otoño-o-o...

Somos dos seres en uno que amando se mueren
Para guardar en secreto lo mucho que quieren
Pero que importa la vida con esta separación...
Somos dos gotas de llanto en una canción
Nada más que eso somos, nada más



Canción de San Jamás
 Berthold Brecht 

Los que nacieron en cuna pobre saben que un día se sentarán
en un trono enjoyado y dorado ¡en el día de San Jamás!
En el día de San Jamás en un trono se sentarán.

La bondad tendrá precio ese día ahorcaran a la dura maldad
y los pobres del mundo, señores, tendrán panes y tendrán sal.
En el día de San Jamás tendrán panes y tendrán sal.

Crecerán en el cielo las hierbas, la piedra el río remontará
todos los hombres serán buenos, el planeta un edén será.
En el día de San Jamás el planeta un edén será.

Ese día seré comandante, ese día serás general,
tendrá trabajo el desocupado, la mujer pobre descansará.
En el día de San Jamás mujer pobre descansarás.

Pero es muy larga nuestra espera, por lo tanto esto ocurrirá
no mañana por la mañana, sino antes que el gallo se ponga a cantar.
En el día de San Jamás antes que el gallo se ponga a cantar.




La calle del agujero en la media
Raúl González Tuñón  

Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad
y la mujer que amo con una boina azul.
Yo conozco la música de un barracón de feria
barquitos en botellas y humo en el horizonte.
Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad.

Ni la noche tumbada sobre el ruido del bar
ni los labios sesgados sobre un viejo cantar
ni el afiche apagado del grotesco armazón
telaraña del mundo para mi corazón.

¡Ni las luces que siempre se van con otros hombres
de rodillas desnudas y de brazos tendidos!
-Tenía unos pocos sueños iguales a los sueños
que acarician de noche a los niños dormidos-.
Tenía el resplandor de una felicidad
y veía mi rostro fijado en las vidrieras
y en un lugar del mundo era un hombre feliz.

¿Conoce usted paisajes pintados en los vidrios?
¿Y muñecos de trapo con alegres bonetes?
¿Y soldaditos juntos marchando en la mañana
y carros de verduras con colores alegres?

Yo conozco una calle de una ciudad cualquiera
y mi alma tan lejana y tan cerca de mí
y riendo de la muerte y de la suerte y
feliz como una rama de viento en primavera.
El ciego está cantando. Te digo: ¡Amo la guerra!
Esto es simple querida, como el globo de luz
del hotel en que vives. Yo subo la escalera
y la música viene a mi lado, la música.
Los dos somos gitanos de una troupe vagabunda
alegres en lo alto de una calle cualquiera.
Alegres las campanas como una nueva voz.
Tú crees todavía en la revolución
y por el agujero que coses en tu media
sale el sol y se llena todo el cuarto de luz.

Yo conozco una calle que hay en cualquier ciudad,
una calle que nadie conoce ni transita.
Solo yo voy por ella con mi dolor desnudo
solo con el recuerdo de una mujer querida.
Está en un puerto. ¿Un puerto? Yo he conocido un puerto.
Decir, yo he conocido, es decir: Algo ha muerto.